Julio, 1995: Tres importantes tiendas de autoservicio ya están ahorrando energía eléctrica

Recientemente, se concluyeron los proyectos demostrativos de ahorro de energía eléctrica que el FIDE realizó en Comercial Y. H. de Hermosillo, Son., Supermaz de Mérida, Yuc., y Tiendas Arteli de Tampico, Tamps., para lo cual se contrataron los servicios profesionales de tres diferentes firmas consultoras, quienes realizaron un diagnóstico para determinar la viabilidad del proyecto y, con base en las alternativas más redituables, se aplicaron posteriormente las acciones correctivas correspondientes.

Como dato interesante, cabe mencionar que estas tres tiendas forman parte de cadenas que disfrutan de prestigio en la Costa del Pacífico, en parte del Golfo de México y en la Península de Yucatán, regiones con clima cálido, en donde el consumo de energía eléctrica por acondicionamiento ambiental es preponderante.

Bajo el esquema establecido por el FIDE, ésta institución cubre los servicios profesionales de las firmas consultoras tanto en lo que refiere al costo del diagnóstico como al de las acciones correctivas, inversión que es reembolsada por el usuario, sin intereses, durante un período igual al de la recuperación de la inversión con los ahorros obtenidos.

De las evaluaciones anteriormente citadas se pudo comprobar en los tres casos, que el pronóstico de las firmas consultoras fue acertado, ya que los ahorros obtenidos correspondieron a las estimaciones del diagnóstico.

Las diversas acciones correctivas consistieron en incrementar los sistemas de iluminación y de acondicionamiento ambiental mediante la sustitución de lámparas incandescentes por fluorescentes; instalación de sistemas de control para el aire acondicionado y para el alumbrado de emergencia; así como la instalación de un plafón falso que funcione a manera de cámara plena para disminuir las ganancias de calor. Otras acciones de tipo práctico, consistieron en la instalación de mamparas para aislar diversos departamentos, en donde se genera calor, como tortillería y panadería, de otros cuyas actividades exigen de bajas temperaturas.

A pesar de los incrementos en el costo de equipos y materiales invertidos, que en la mayoría de los casos son de importación, los proyectos se pudieron mantener dentro de un período de recuperación máximo de 3.5 años, índice que refleja la alta rentabilidad de las inversiones en este tipo de proyectos.