Agosto, 2002: Ahorrar Electricidad requiere menos Inversiones que Producirla

Los beneficios económicos del ahorro de electricidad en el país se comprueban por el hecho de que producir un kilowatt cuesta aproximadamente mil dólares, en tanto que la inversión necesaria para ahorrar ese mismo kilowatt requiere, tan sólo 300 dólares, según estudios realizados por el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE).

Lo anterior demuestra la importancia del uso racional del fluido eléctrico y el creciente interés en el ámbito mundial, para establecer estrategias a favor del aprovechamiento racional y eficiente de los recursos energéticos, toda vez que beneficia también el entorno ecológico, al disminuir la quema de combustibles fósiles para producir electricidad.

Actualmente en el país el 73.28% de la generación de energía eléctrica es a partir del uso de hidrocarburos derivados del petróleo, como el combustóleo, el diésel y el gas natural.

Las plantas termoeléctricas generan el 63.22% de electricidad, las carboeléctricas el 10.09%, las hidroeléctricas el 18.08%, la energía nuclear el 5.5% y la geoenergía el restante 3.11 %.

Durante los once años de existencia del FIDE, como resultado de sus programas promovidos, el país ha logrado ahorros directos de 3,496 gigawatthora al año, que equivalen a poco más del 2% del consumo total de electricidad en el año 2000.

Ello permitió ahorros sup1eriores a los 1,200 millones de dólares en inversiones diferidas que dejaron de hacerse para la generación del fluido, que hubieran sido necesarias para satisfacer la demanda creciente del importante energético.

El FIDE ha logrado arraigar la cultura del ahorro de energía eléctrica entre la población mexicana y ha superado el escepticismo que había en algunos grandes usuarios, los que ya comprobaron los beneficios económicos que a sus empresas produce el uso racional y eficiente de la electricidad.

Dicho impacto económico involucra en los programas del organismo a firmas consultoras, a fabricantes y distribuidores de equipos de alta eficiencia, así como a las instituciones de educación superior y asociaciones de profesionistas, que han intensificado sus investigaciones para crear equipos y aparatos ahorradores de energía eléctrica.