Julio, 2003: Recomendaciones del FIDE para ahorrar energía con el refrigerador
Para empezar trataremos de entender un poco el funcionamiento del refrigerador.
El refrigerador es un aparato que cuenta con un sistema de enfriamiento compuesto por un compresor, un serpentín, un evaporador y un gas, dicho sistema es responsable de mantener el interior frío. Las paredes de este aparato junto con la puerta, aíslan su interior del medio ambiente, pero ¿por qué es necesario este aislamiento?
El calor es una forma de energía la cual fluye de manera espontánea cuando se juntan dos cuerpos con diferentes temperaturas.
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La dirección en que lo hace es del cuerpo con mayor a menor temperatura, esto se denomina «transferencia de energía». A la transferencia de energía en esta forma se le llama «convección de calor».
Cuando colocamos un alimento dentro del refrigerador, tiene una temperatura mayor, condición suficiente para que haya convección de calor, y ésta transferencia de energía durará hasta que ambas temperaturas se igualen; en ese momento decimos que hay «equilibrio térmico».
El refrigerador, por medio de su sistema de enfriamiento, hace que el calor del alimento que acabamos de introducir en él, fluya, de tal manera que lo va perdiendo hasta alcanzar una temperatura muy baja. Entonces la función del aislamiento es impedir que haya transferencia de energía entre el medio ambiente y el interior del refrigerador, para mantener los alimentos fríos.
Por lo anterior podemos decir que, cuando abrimos el refrigerador ya no hay aislamiento entre el interior y el exterior de éste y, al haber diferencia de temperatura, ocurre la convección de calor del medio ambiente hacia el interior.
Un refrigerador trabaja con mayor eficiencia cuando sus puertas se abren lo menos posible; lo mejor es que tome sus decisiones antes de abrir la puerta y saque todo lo que necesita con rapidez y de una sola vez. Es importante no introducir alimentos calientes y, para que el aislamiento funcione, verificar que los sellos de la puerta no estén agrietados ni permitan el paso del aire. Para ello, puede colocar una lámpara de mano dentro del refrigerador y cerrarlo, así, si se ve luz a través de los sellos, es necesario reemplazarlos, o bien, puede colocar una hoja de papel y cerrar la puerta, de tal manera que pueda jalarla, si está se desliza, significa que debe cambiar los empaques.
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